Lecciones del III Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe
Por: Eliana Rojas
A mediados de octubre de este año, estuvimos en el CAPLAC, Lima-Perú, junto a líderes indígenas, activistas, autoridades y representantes de comunidades locales, en un intercambio de experiencias y debate para el reconocimiento y protección de las áreas protegidas.[1].
Soluciones para el bienestar y el desarrollo sostenible
Con el lema de “Soluciones para el bienestar y el desarrollo sostenible”; el congreso fue el reflejo de un real y creciente compromiso de la agenda “conversacionista” y “parquista” de la región, para atender a las necesidades e incorporar los aportes de las personas y comunidades locales e indígenas en la gestión de áreas protegidas. Tarea importante, en especial ante la demanda acumulada de las poblaciones y organizaciones no gubernamentales de apoyo, frente al hecho que muchas iniciativas de categorización de parques y áreas protegidas alrededor del mundo, por mucho tiempo, no respetaron la opinión y decisión de las poblaciones aledañas y asentadas a su interior, en algunos casos poblaciones indígenas y originarias que habitan ancestralmente estos territorios, hoy conocidas como áreas protegidas.
Agenda indígena para la protección de las áreas naturales
El CAPLAC tuvo grandes momentos, sobretodo marcados por la presencia de líderes indígenas que han llevado la causa a la palestra internacional, como Tuntiak Katan, vicecoordinador de la COICA (Coordinadora de la Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica) quien reiteró durante el panel de apertura del encuentro que “es hora de hacer pactos por nuestra vida y nuestro futuro”.
“es hora de hacer pactos por nuestra vida y nuestro futuro”.
Tuntiak Katan, vicecoordinador de la COICA
Otro gran hito fue la Maloca Indígena, un espacio destinado para “construir las agendas propias de los pueblos indígenas de los países de América Latina (también conocido como Abya Yala), juntar las experiencias de diferentes países de los pueblos indígenas, y poder construir esta agenda propia”, tal y como compartió Tabea Cacique, representante del pueblo shipibo en el Perú, y coordinadora de Educación, Ciencia y Tecnología de la COICA.
El papel de los jóvenes
Además de la oportunidad de generar conexiones; el CAPLAC fue un valioso espacio para que los jóvenes interactúen con autoridades, líderes políticos y técnicos de diversidad de organizaciones y sectores, y compartan sobre sus proyectos en territorio y el rol de su generación en el fortalecimiento de los derechos indígenas en las agendas locales, nacionales, regionales y globales.
De nuestra parte, una delegación de jóvenes de Perú, Colombia y Bolivia estuvo presente, compartiendo sus propuestas para el diseño e implementación de políticas, programas e iniciativas que tomen en cuenta el conocimiento indígena desde un enfoque intergeneracional, promoviendo la visión de los jóvenes. Por ejemplo, conocimos un proyecto de valorización y rescate de plantas medicinales en Madre de Dios, implementado por la Organización de Jóvenes y Estudiantes Indígenas- OJEIMAD, que busca valorizar los productos nativos y aumentar la biodiversidad de los bosques de la región, a través de la recuperación de semillas para su uso en áreas deforestadas, impulsando, a la vez, el diálogo entre los conocimientos de jóvenes y sabios.
Los jóvenes participaron activamente tanto en la Maloca indígena como en otros espacios junto a sus pares indígenas y no indígenas de diversas partes de la región, colaborando en la construcción de la declaración de jóvenes del Congreso, en la que se hizo hincapié de la necesidad de dar mayor visibilidad a los jóvenes indígenas.
Las mujeres y la conservación de la naturaleza
Durante el CAPLAC, también se logró consolidar una agenda de mujeres en conservación, en base a la cual, se busca generar condiciones que habiliten el acceso y participación de mujeres, promoviendo espacios innovadores de diálogo de saberes, para que ellas formen parte de la conversación sobre la conservación de la naturaleza.
En uno de los eventos paralelos celebrado en el CAPLAC, para presentar y validar esta agenda, participaron más de cien mujeres académicas, lideresas comunitarias, investigadoras, funcionarias de gobierno, organizaciones locales, internacionales, comunitarias de América Latina y el Caribe. El evento estuvo cargado de emotividad, empatía y sororidad entre mujeres – ingredientes perfectos para luchar contra el actual sistema, responsable de la destrucción de la biodiversidad, ecosistemas, culturas y poblaciones. Sonia Guajajara, representante de la APIB, resaltó que las mujeres hoy en día tenemos que actuar de manera revolucionaria y casi contestataria, e incidir en nuestros espacios más próximos para hacer valer nuestra voz y nuestros derechos.
Finalmente, la declaración de mujeres en conservación del CAPLAC resaltó la necesidad de generar una agenda más inclusiva que cambie la mirada y enfoque de la conservación hacia las personas, asegurando los derechos de las niñas y mujeres, tanto en el plano político como en la acción en territorio.
La co-gestión entre Estado y comunidades
En cada espacio del III Congreso de Áreas Protegidas en América Latina y el Caribe, la consigna era la misma: compartir, aprender y proponer juntos. Esa fue la intención del evento paralelo que organizamos junto a nuestros socios ECA-Amarakaeri, SERNANP, Digital Democracy y el Institute de Social Studies, llamado: “El modelo de co-gestión de la Reserva Comunal Amarakaeri, sus avances y retos en el uso de tecnología para la vigilancia y control del área”.
Durante este evento, aprendimos que en un modelo de cogestión, es fundamental construir una relación de confianza entre el Estado y las organizaciones y comunidades indígenas, basada en la transparencia mutua. También, reflexionamos sobre el fortalecimiento de capacidades continuo como clave para que la cogestión se dé óptimamente, entre organizaciones ampliamente capacitadas y competentes. Fermín Chimatani, presidente de la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración del Perú – ANECAP, mencionó que “para que exista la cogestión tiene que haber igualdad de condiciones”.
Además, comprobamos (una vez más) que la gestión integral de áreas protegidas, debe garantizar beneficios para las comunidades (tales como la inversión en actividades productivas sostenibles) para conservar su área, así como para involucrarse activamente en las labores de vigilancia y control. Como señaló José Carlos Nieto, del SERNANP: “Las comunidades deben percibir el beneficio de la conservación, es clave para que quieran participar en la vigilancia, y quieran participar en el control”. Una estrategia de vigilancia y control a cargo de guardaparques y vigilantes comunales no debe verse ni aplicarse de forma aislada al resto de herramientas de gestión de áreas, ya que ayudan en cumplir los compromisos y objetivos del plan maestro, como son los planes de vida de las comunidades, y los acuerdos de conservación.
En el evento, también se reflejaron varios retos del modelo de cogestión, y el uso de tecnologías, como el enlace y complementariedad entre sistemas tecnológicos instaurados por el Estado (como SMART) y aquellos impulsados por las propias comunidades (como Mapeo Mobile y Desktop). Asimismo, el cumplimiento de la data con los estándares de validez de las entidades competentes de fiscalizar actividades extractivas, investigar denuncias y delitos ambientales y lograr justicia ambiental en la región. En este sentido, también es necesario impulsar un trabajo coordinado con dichas entidades, para garantizar su llegada a las zonas afectadas, como con otros varios sectores.
Conclusiones
Al final del CAPLAC, Tuntiak Katán, compartió con nosotros que uno de los principales aprendizajes que ha tenido la COICA y sus organizaciones de base, es que si bien es importante presentar demandas, lo más importante es acompañar estas demandas con propuestas de cambios profundos en la gestión de áreas protegidas, propuestas que puedan posicionar a los pueblos indígenas no como meros beneficiarios de las iniciativas de protección, sino como socios, en una visión de igual a igual.
Esta posición se ve reflejada en la Declaración de los Pueblos Indígenas del Abya Yala y en la Declaración del III CAPLAC – de la inspiración a la acción, cuyas ideas, compromisos y demandas se llevarán también al próximo Congreso Mundial de la UICN, en Marsella, y finalmente – se espera – a la gestión e implementación concreta de protección de las áreas protegidas.
[1] Tomado de https://www.areasprotegidas-latinoamerica.org/