Greenpeace en colaboración con los socios locales CIMI, FASE, APIB, COIAB realizaron el informe sobre las 10 tierras indígenas más deforestadas en Brasil, como parte de su proyecto para poner de manifiesto el impacto de las actividades ilegales como pistas de aterrizaje, minería y tala, granjas consolidadas y casas de invasores dentro del territorio.